sábado, 2 de agosto de 2014

El cuenta cuentos.

En mi vida yo he contado historias de todo tipo, dramas de gente noble, comedias de gente rica, cuentos de fantasía, cuentos de amores y cuentos no tan cuentos, es mi memoria biblioteca de cuentos que no imaginaba, es mi memoria sede de las historias y de las palabras de personajes que en los cuentos cientos de cosas contaban, me dedique a contar mil cuentos, toda mi vida gasté, contando los cuentos más viejos y bonitos que siempre recordé, desde la comedia de "Yo no se" hasta "la carta de amor de Belén", me volví viejo contando "mil historias en el Tíbet" y "Los caminantes de ayer", los cuentos que yo contaba nunca los olvidaré, los cuentos que yo contaba en mi corazón los tendré, en las calles de mi pueblo todos siempre me ven y me dicen que les cuente "la misma historia de ayer", por la mañana me siento en la esquina de 5ta Fe, la casa donde yo vivo y tantas historias narré, se acerca el señor del puesto de café, chocolate y té a pedirme que por favor le relate un cuento también, en la tarde me descanso en el jardín de mi hogar y enseguida mi hijo me viene a preguntar por algún detalle de un cuento que él no puede recordar, durante la noche yo duermo, pues no me es fácil el sueño conciliar y me llega un bodoque, pequeñito y peculiar, que me dice, "yoyo cuéntame un cuento", y ¿cómo me voy a negar?, por mi nieto lo que sea no lo puedo evitar, se repite la rutina y siempre en la calle, la gente que veo pasar, me ondea un saludo a lo lejos y dicen al transitar "Adiós cuenta cuentos", y así me recordarán, como aquél
que recordaba memorias, y hacia a la imaginación volar.
Algún día en el futuro mis nietos también contarán que aquí vivía un personaje muy difícil de olvidar, el famoso cuenta cuentos que nunca dejó sus historias de contar.

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