sábado, 21 de noviembre de 2015

El Imitador Fantasma. Prólogo.


Prólogo.

Catedral de San Paul, Martes 1 de Septiembre de 2004, 3:15 am.

Una joven mujer transita las calles frías y húmedas de Londres esperando conseguir su sustento diario, la soledad de esa noche acompañaba a las únicas almas presentes en el lugar. La catedral de San Paul es majestuosa, pero en el crepúsculo del tiempo su majestuosidad se vuelve tiniebla, incertidumbre y miedo; sin embargo para quienes están urgidos de dinero, se vuelve el ambiente perfecto para trabajar, incluso para los que solo quieren tener más. Una dama hermosa de cabello castaño claro, ojos azules, figura esbelta, piernas perfectamente delineadas y un rostro perfilado se encontraba frente a la catedral, era una mujer de clase y eso se notaba ab initio. ¿Por qué una mujer así terminaría en ese mundo?, no importa, la verdad mucha gente tendría pánico de hablar con una mujer como ella en otras circunstancias, que bueno que las circunstancias me favorecen, pues sé quién es en realidad, su reputación la precede y era menester de mi persona conocerla y hablar con ella, aunque en el fondo siempre busco algo más. Me acerqué y vi que sacó un cigarrillo, no perdí tiempo mientras me aproximaba e inmediatamente le ofrecí fuego para encenderlo, su olor era celestial, se notaba que apenas comenzaba su jornada, vaya fortuna la mía, poder conseguirla en ese estado tan puro, sobrio, un estado en el que resulta imposible resistírsele.

-Muchas gracias guapo- me dijo y me guiñó un ojo
-De nada Señorita, es un placer ayudar a una dama tan hermosa como usted-
-¡Vaya!- dijo algo sorprendida-aún quedan caballeros en Londres, ¿Cuál es su nombre?, hombre del encendedor
-¿Mi nombre dice?, Señorita, yo soy un sujeto cuyo nombre es difícil de entender, pero fácil de aprender, sin embargo creo que mi nombre no es lo importante, si no el suyo mi querida damisela- tomé su mano y la besé
-Eres un verdadero encanto londinense- me dijo mientras dejaba ver su pierna por el escote de su falda- mi nombre es Jenna y creo que usted sabe como complacer a una dama como yo- me acarició el abdomen mientras lo dijo
-¿Yo?, así es- dije con un tono misterioso -la pregunta es: ¿sabe usted complacer a un hombre cómo yo?
-Dígame cómo- me dijo de forma erótica al oído
-Grita-
-Puedo gemir si eso quieres- continuó
-No, quiero que grites- hice una breve pausa mientras la tomaba por el cuello -que grites de dolor.


El Imitador Fantasma. Capítulo 2.


Capítulo 2

El incentivo apropiado.

La mañana siguiente me levanté más temprano de lo normal, me vestí y salí a la calle sin desayunar, había algo que debía resolver, algo que me tenía indignado desde que lo supe. En el expediente de Paul Lestrade había un informe forense en el cual se había establecido que el ADN del niño había aparecido en una escena del crimen relacionada con el homicidio de un infante en 1989, el niño de la escena del crimen, Andrew Adkins murió por traumatismo craneal, su asesino era el sujeto del que hablaban los papeles que Elizabeth me había entregado, Van Murdock, pero del niño Lestrade no habían recuperado el cuerpo. todas las pistas, todo lo conseguido sobre el caso del niño, que era escaso, arrojaba que este joven inglés había fallecido, por eso estaba en esa caja su expediente, sin embargo a su madre no le avisaron nada, ni una nota, una condolencia, un memo, absolutamente nada. Eso era lo que me enfurecía, habían resuelto el caso antes que yo y aún así no se detuvieron a hablar con la madre, es por ello que me dirigí a ver a Emile

-¡Háganse a un lado!- grité bastante enfadado mientras entraba y apartaba a todo el mundo de mi camino -¡Emile!- grité -¡Emile!. ¿¡Dónde estás francés asqueroso!?
-¿Qué está pasando aquí?-Salió de su oficina junto con un hombre alto desconocido, yo estaba muy enfadado como para contener mi ira
-¡Maldito infeliz!- lo sujeté por el cuello de la camisa -¿¡Desde hace cuanto habían resuelto el caso!?
-¡Detengan a ese hombre!- dijo un oficial y me sujetaron
-¡Eres un bastardo Emile, lo sabías, tú lo sabías!
-No sé de qué me habla, señor Slater
-¡A mí no me vengas con formalismos cerdo francés -me liberé del agarre de los oficiales y me fui contra Emile y lo sujete por la camisa con fuerza- sabían que el niño había muerto y no le avisaron nada a su madre!- todos los oficiales nos vieron
-¡Sujeten a ese hombre!- dijo el sujeto que lo acompañaba y me apartaron de él
-Me temo que ha ido demasiado lejos señor Slater- dijo mientras se acomodaba el cuello de la camisa -oficiales, lleven al detective Slater a una celda, queda detenido por atacar a un oficial de policía
-¡Ven y detenme tú bola de cebo francesa!-me comenzaron a llevar a la celda.
Admito que perdí el control, pero me parecía tan desagradable que no le hubieran contado nada a la señora Lestrade, ella tenía derecho a saber lo que le pasó a su hijo, tantos años buscándolo, tantos años sufriendo y éstos mal nacidos ya sabían que había sido del niño.
Era veintinueve de Septiembre y yo estaba detenido, me llevarían ante un juez a la mañana siguiente, esto se estaba volviendo un caos, pasé todo mi día en la celda, me trataron como a un vulgar criminal, tuve que escuchar los chistes de dos guardias inútiles que se burlaban de mi por haber sido despedido de la fuerza a los dos meses de haber ascendido, que unos mequetrefes como esos se burlaran de mi me hacía sentir patético, ¿quién lo diría?, el gran Bástian Slater, encerrado por perder la compostura, que ironía
-¡Oye súper detective, tienes visitas!-dijo uno de los guardias
-Hola Bástian-dijo la señorita Alexa-al parecer te metiste en problemas
-Esto no es un problema-le dije preocupado-esto es un predicamento, éste lugar no está debidamente aseado, hay un olor horrible que proviene de ese inodoro porque "alguien" olvidó jalarle a la cadena, esto querida, es un fiasco
-¿Cómo pudiste perder la calma de esa forma?, o mejor dicho, ¿Por qué no me pediste que te acompañara?, hubiera sido mejor ¿no crees?-me arqueó una ceja
-No quería compañía para esto, tenía que enfrentar al inútil de Emile yo solo
-¿Y ya sabes cómo salir de esto?-preguntó seria
-Sí-dije y pensé un momento-viéndolo bien podrías ayudarme-la miré y sonreí
-¿Yo?-preguntó sorprendida
-Sí, tú.

Mi plan era infalible, consistía en estimular lo suficiente a Emile para que me liberara, de esa forma podría irme a mi cómoda, perfumada y hermosa casa; es por ello que la señorita Jones utilizaría sus encantos femeninos para sacarme de esa sucia celda en un abrir y cerrar de ojos. En unos momentos mi querida compañera saldría de la oficina de ese bastardo cerdo francés y me daría las buenas nuevas...

-Te quedarás esta noche-dijo Alexa
-¡¿Qué?!-pregunté asombrado
-Lo siento, es lo mejor que pude conseguir
-Por lo visto no te esforzaste lo suficiente, se supone que debía salir hoy-dije un tanto alterado
-Lo sé pero el hombre debe cuidar su posición-explicó Alexa
-¡Con un demonio su posición, si no me saca de aquí lo pondré en una posición tan incómoda que preferirá estar en una celda!-dije entre dientes y enojado
-No creo que deba decir esas palabras en una celda-explicó
-¡Al diablo!-exclamé
-Tenga paciencia, vendré mañana a primera hora por usted, le prometo que no se quedará más tiempo del necesario
-Eso espero porque sea lo que sea que está en ese inodoro le juro que hace un momento me guiño un ojo-ella se rió-no no, no se ría, esto es grave, ¿y si me ataca?
-por suerte usted se sabe defender, mañana vendré a buscarlo, mientras tanto descanse, Bástian
-¡Lléveme con usted por favor, no me deje!-le supliqué mientras se iba
Pasé el día en la comisaría, no pude dormir en toda la noche, cuando al fin pude cerrar mis párpados y conciliar el sueño tuve la mala fortuna de escuchar en la televisión, como a las cuatro y treinta minutos de la mañana, el boletín especial de las noticias en el televisor del guardia, hablaban de un supuesto golpe doble, algo como dos asesinatos cometidos horas antes, como estaba muy cansado y somnoliento no le presté atención, cuando se hicieron las ocho en punto de la mañana uno de los guardias vino a buscarme

-Levántate Slater-me dijo algo brusco
-¿Qué hora es?-dije bostezando
-Las ocho y quince, el sargento se compadeció de usted, ya informaron a su casa para que vinieran a buscarlo
-Muy bien, que bueno-dije aún adormilado
Unos minutos después, Alexa había venido por mí, nos encontrábamos en el despacho de la comisaría, supongo que debía ser público y notorio que Emile se había compadecido de mi
-Bástian-me dijo Emile-espero que este mal entendido quede en el olvido y no se repita-me abrazó
-Debemos irnos ya señor Slater- comentó Alexa
Mientras Emile me abrazaba le susurré al oído -cuando tenga la oportunidad te haré sentir lo mismo que yo sentí en esa celda, puerco bastardo- ¡Adiós amigo mío y gracias! -le dije sonriente delante de todos
-Al parecer todo quedó resuelto- dijo Alexa
-Por ahora. ¿Cómo está Aveline?- le contesté mientras salíamos de la comisaría
-Preocupada, dijo que usted a veces era un altanero pero nunca un estúpido, así que le sorprendió el hecho de que lo hubieran arrestado
-Bueno, para todo hay una primera vez
-Espero que sea la primera y la última-me dijo preocupada-¿escuchó la noticia?
-¿Cuál?-pregunté extrañado una vez sentados en el auto para irnos a casa
-Se repitió ese acontecimiento de hace más de cien años
-Continúo con la misma interrogante querida-dije mientras me acomodaba el cinturón
-El doble evento, el asesinato doble que cometió Jack el destripador hace cien años se repitió anoche, asesinaron a dos mujeres en el mismo lugar y de la misma forma que el destripador lo hizo en su momento. Al parecer los rumores eran ciertos, hay un nuevo destripador en las calles
-¡Patrañas! solo es un vil y mundano imitador, no durará mucho, la policía lo atrapará-dije escéptico
-¿Y cuándo?, ya casi pasa un mes desde el primer asesinato y aún no tienen pistas sobre el homicidio de la chica, yo creo que la policía necesita ayuda. ¿Por qué no los ayudamos?
-Porque ellos pueden solos, a mi no me concierne este asunto y a ti tampoco
-En fin, es una lástima, una de las víctimas tenía veinte años la encontraron en la plaza Mitre, fue horriblemente desfigurada, no se llevaron nada, todas sus cosas estaban ahí, era una chica proveniente de Whitechapel, creo que se llamaba Mary Ann...-hizo una pausa para recordar el nombre-Kalvin... No recuerdo bien
-¿Kelly?-completé
-Así es, ¿cómo lo supiste?
-Cambiemos de dirección, dirígete a Hell Street en Whitechapel
-¿Qué haremos allí Bástian? eso es un lugar de mala muerte
-Allá te enterarás
Me vio bastante extrañada y dudosa, supongo que no quería ir a ese sitio pero era necesario, la joven que fue asesinada en la plaza Mitre era una conocida mía y en aquella calle estaba su hogar y su zona de trabajo, así que quería verificar por mí mismo si era la misma Mary Ann Kelly que yo conocía, llegamos a un edificio adornado con rosas rojas y de fachada blanca, al abrir la puerta salió Madame Leblanc, la dueña del prostíbulo "La Rosa Parisina"
-Buenos días Madame Leblanc-le dije con bastante respeto
-Buenos días Bástian, sabía que volverías alguna vez, pero esperaba que fuera de noche, no a éstas horas de la mañana-dijo mientras encendía un cigarrillo
-¿Podemos pasar?-pregunté
-Claro, ya están aquí de todos modos, entren
-Por cierto Madame, ella es...
-La detective privado de Scotland Yard, Alexa Marie Jones, un placer conocerte al fin en persona-le dijo mientras le extendía su mano
-El placer es todo mío, pero...
-¿cómo te conozco? ¡Ja!-rió fuertemente-su abuelo me contó sobre ti cuando yo era más joven, yo era la mujer que le servía de fuente informativa al gran Baltashar Slater, también me tenía suma confianza, me contaba absolutamente todo, incluyendo el hecho de que su nieto no confiaba en las mujeres-dio una calada al cigarro
-No vine aquí para hablar de esas cosas Madame-interrumpí educadamente-vine porque me enteré de que asesinaron a una joven hoy en horas de la mañana
-A la una con cuarenta y cinco minutos cariño-dijo
-¿Cómo sabe la hora exacta?-preguntó Alexa
-Fui a quién llamaron cuando la encontraron, Mary Ann era mi hija prácticamente-dijo extremadamente seria-al parecer perdiste a tu mejor informante Bástian y yo a la hija que siempre quise
-No la perdimos Madame, nos la quitaron y necesito saber que hacia ella tan lejos de aquí a esa hora
-Tenía un novio, Erick Armstrong, vive cerca de la plaza Mitre, en Road Street, ella lo iba a visitar constantemente, averigüé que el bastardo era casado, por cómo sucedió todo quizás ella se enteró y se fue de su casa, pero no se qué rayos pudo pasar, la policía vino más temprano a hacerme unas preguntas, asumo que deben estar en casa del maldito interrogándolo
-Ya veo. ¿No te percataste si había hecho contacto con alguna persona extraña?, alguien que no frecuentase mucho el lugar-le dije pensativo
-Nadie nuevo cielo, los mismos patanes de siempre, ella era muy dulce, lo sabes, no veo por qué alguien le haría eso a mi niña
-Entiendo Madame, gracias por la información-le dije y me dispuse a retirarme
-Bástian-me llamó-no sé qué esté pasando por tu cabeza en este momento, no sé qué harás de ahora en adelante, pero necesito que encuentres al maldito que le hizo esto a mi niña para que pague por lo que pasó-me dijo con una expresión iracunda en su rostro
-Buenos días Madame-le dije y me despedí
Alexa y yo entramos en el auto y pusimos rumbo a casa
-No sabía que la chica fuese una meretriz , ¿la conoces desde hace tiempo?
-Desde que tenía catorce años, era bastante avispada, conocía cada rincón de Whitechapel, también era bastante dulce e ingenua, era una niña que trataba de ganarle a la vida, era muy hermosa y delicada, no sé por qué alguien le haría tanto daño
-Los asesinos son así, no necesitan una razón para matar
-Éste sí, la tiene, solo que aún no sé cuál-dije pensante
-¿No que no te interesaba el caso?-preguntó arqueando una ceja
-Las cosas cambian cuando asesinan a uno de mis mejores contactos en la ciudad
-¿Qué piensas hacer ahora?
-Ir a casa, luego organizaré mis prioridades. Tienes poco menos de una semana aquí y ya te arrastré a una locura-le dije
-No te preocupes, sabía que meterme contigo era una locura desde el principio, ya estaba preparada-me sonrió
Partimos directamente a la casa, Aveline se encontraba ansiosa por saber cómo estaba, una vez allí me abrazó y luego me abofeteó, recuerdo que inició una charla con respecto a las buenas costumbres, la sobriedad, el respeto y algunas otras cosas como esas, pero no le di importancia, estaba feliz porque ya estaba en casa, me molesté porque me dolió el golpe que me dio pero, en ese momento entendí que aunque esta mujer me golpeara, sodomizara o cualquier otra cosa que hiciese en contra mía, no me importaría, yo nunca podría alejarme de esta noble y abnegada ama de llaves mía

-Y espero que un altercado como ese no vuelva a repetirse Bástian Edward Slater-dijo con severidad y se marchó luego de volver a abrazarme
-¿Edward?-preguntó Alexa
-Mis padres eran aristócratas de corazón ¿qué te puedo decir?-la miré
-En estos momentos nada, deberías darte una ducha y cambiarte, presiento que hoy será un día largo
-Enseguida estoy devuelta contigo

Entré a la ducha y comencé con mi aseo personal, no pude evitar pensar en esa chica, la conocí aún cuando era una jovencita de catorce años y ahora estaba muerta, ella era una gran chica, no eligió ese trabajo para ganarse la vida solamente, lo hizo para ayudarme a mí, ella no se buscaba problemas, tenía planeado estudiar enfermería, era una chica con grandes sueños y era muy entusiasta, un día me dijo que quería que yo la entregara a su novio cuando se casara, no podía evitar sonreír cuando estaba hablando con ella, era una dama muy elocuente. A pesar que tenía tiempo sin verla, jamás dejé de lado el cariño y la amistad que sentía por ella, si la llegabas a conocer bien, te resultaría imposible creer que era una meretriz -Espera- dije sorprendido -eso es, eso puede ser un patrón, busca a las prostitutas pero no a cualquier prostituta. Necesito una pluma y borrador- salí inmediatamente de la ducha, tomé ambos y comencé a hacer un bosquejo en la pizarra acrílica de mi habitación de lo que podría ser la fase de estudio de los objetivos, este sujeto no era nada descuidado, él estudiaba a sus víctimas con bastante tiempo de antelación al crimen, Jenna Kingsley fue su primera víctima, la estudió perfectamente, sabía la hora en la que podía encontrarla, pero también sabía el momento en el que estaría vulnerable, necesito más detalles sobre su vida, debo averiguar cada mínimo detalle de ella que pueda, las otras dos víctimas, Mary Ann era una chica dulce, esto podría significar que busca blancos únicos, mujeres con algo en particular, una habilidad, una personalidad que las diferencie del resto, eso es, puedo encontrar a este maníaco, aunque necesito saber cómo era la otra mujer- en eso tocan a mi puerta, era Alexa
-¿Puedo pasar?-preguntó
-Adelante, debes ver esto-le dije y abrió la puerta
-¡Oh por Dios!-exclamó con una mirada de horror en su rostro
-Lo sé, lo sé, es fascinante-la miré y ella se volteó inmediatamente
-¿¡Pero qué demonios le pasa!?-gritó fuertemente
-¿De qué hablas?-pregunté extrañado
-¡Vístase, por todos los cielos!-en ese momento me di cuenta de que estaba desnudo, un infortunio para mí porque sabía que me traería graves consecuencias físicas después, inmediatamente corrí al baño y pedí disculpas
-¿¡Pero en qué estaba pensando!?, es usted un puerco, ¿¡acaso pensó que me iba a acostar con usted con solo decirme que viniera a ver eso!?
-Lo siento señorita Jones, de verdad lo siento, le pido un millón de disculpas, no era mi intención-dije bastante apenado-eso no era lo que yo quería que viera, me olvidé de mi desafortunada condición
-¿¡Olvidó que estaba desnudo!?-preguntó alterada
-Sé que suena increíble, incluso imposible pero así es, lo olvidé por completo debido a que estaba concentrado en lo que puede ver en la pizarra- por un momento se enmudeció, pero al instante volvió a gritar histérica
-¡No me importa eso en este momento Bástian, vístase y salga para que pueda darle una paliza!-dijo amenazante
-Esa no es una buena manera de convencer a alguien que se oculta para salir, si me permite decirlo-comenté
-¡Pues o sale ahora o sino yo voy a!... Voy a...-titubeó ¿¡sabe qué, olvídelo, salga cuando quiera!?. Iré a Three Rivers por algo de té-dijo aún irritada
Fue un imprevisto bastante lamentable, definitivamente las cosas eran más fáciles cuando vivía solo. Me tomé mi tiempo y terminé mi aseo, me vestí y me dirigí a un garaje a dos calles, fui porque tenía pensado viajar a Scotland Yard para visitar a un viejo socio. En vista de que Alexa estaba enojada y yo bastante avergonzado, decidí buscar uno de mis propios transportes, o los del garaje de mi abuelo mejor dicho. Ya en el sitio pude entrar para mirar las opciones pero cuando estoy en ello recibo una llamada
-¿Dónde estás?-Preguntó
-En el garaje de mi abuelo, a dos calles de la casa-contesté dubitativo
-Voy en camino-Colgó
En unos cuantos minutos ya había llegado la señorita Jones, apenas la vi no pude evitar disculparme, supongo que fue un reflejo pues nunca me había sucedido nada igual
-Discúlpeme nuevamente por lo de...
-Shhh...-me interrumpió-ni siquiera lo menciones-dijo sin mirarme-¿y qué es todo esto?-preguntó un tanto molesta
-Pues esto... Esto es lo que mi abuelo dejó luego de morir, un garaje repleto de su hobby, hay unos treinta y cinco autos y un mínimo de veintiséis motocicletas-le dije
-En realidad ganaba mucho dinero-dijo sorprendida
-Sí, conoció a la reina Isabel, la ayudó en varias ocasiones, la paga no era mala
-¿y a dónde pretendes ir ahora?
-Scotland Yard, iré a ver a un viejo socio, él podrá ayudarme con algunas cosas para iniciar la investigación de éste peculiar asesino. Jamás pensé retomar relación con viejos compañeros, este año ha sido muy interesante
-Deberías elegir el vehículo rápido-dijo apresurándome
-Bueno, yo pensaba ir solo, ¿por qué no elige usted el vehículo?
-Si es por mí nos vamos en el Bentley del sesenta que está ahí-señaló un auto café con techo beige y llantas blancas, un encanto de auto la verdad, mi abuelo lo había restaurado y le había hecho una actualización, ahora el techo podía removerse, tal cual un convertible
-Me parece buena elección
Emprendimos nuevamente curso a la ciudad de Sherlock, los ánimos estaban bastante calmados, pero aún así ninguno tenía ganas de hablar de nada, era bastante extraño no solíamos estar tan callados
-¿Y ese socio suyo, quién es?-preguntó para romper el hielo
-Archivald Birkins, un antiguo detective amigo de mi abuelo, es algo viejo ya pero seguro nos ayudará
-¿Qué tan viejo es?
-Unos setenta y cuatro o setenta y cinco años, participó junto a mí cuando era más joven en la investigación del homicida de Wembley, yo estaba en la fuerza y lo contrataron para ayudar, entre él y yo resolvimos el caso y así fue como periódicamente ascendería en la policía
-¿Entonces es un viejo amigo suyo?
-No, no le agrado mucho, dice que soy un rebelde sin causa y que llevaré al gremio de detectives de Londres a una escalinata oxidada de la que todos caerán por mí culpa, causando así el declive y quizás la extinción de la investigación privada en Inglaterra
-Qué lindo, se nota que lo conoce bastante bien-rió disimuladamente
-No le veo la gracia-dije serio
-Lo que me impacta de este caso es que haya asesinado a esas tres mujeres de esa forma, en verdad quiere ser como el destripador, es bastante retorcido
-Él no quiere eso, no quiere que lo comparen con el destripador, eso lo puedes notar por las víctimas que elige, la primera víctima era la hermana de Ralph Kingsley
-¿El periodista?-preguntó sin dejarme terminar
-En efecto, el Times le dedicó una breve columna a él y a su familia. El punto es que esta muchacha era una aristócrata, su familia goza de una buena posición económica y no se veía en la necesidad de trabajar como prostituta
-¿Cómo sabes qué era prostituta?
-Instinto-contesté-la policía cree que es mejor no revelar que las víctimas son prostitutas y creo que estoy de acuerdo con ellos
-Pero es una tontería no decirlo, si lo hacen las mujeres comenzarían a tomar previsiones, incluso dejarían de andar en la calle de noche, eso podría reducir las muertes
-Y también podría reducir el espectro de selección de objetivos
-Sí, lo que lo llevaría a dejar de matar
-No, eso no pasaría, tan solo le darían más tiempo para seleccionar a las mujeres y planificar mejor los homicidios, lo que lo haría más difícil de atrapar
-Pero debe cometer un error, no puede ser perfecto
-En efecto, él cometerá un error, la cosa es que no sé en qué aspecto se equivocará. Necesito hablar con Archivald, él me podrá ayudar, tiene más experiencia que yo con asesinos seriales
-Sigo pensando que este sujeto trata de ser como el destripador; pero tú lo dijiste, él cometerá un error y la policía lo atrapará-dijo ella
-Pero ahora no estoy tan seguro, ese es el problema
Llegamos a nuestro destino y fuimos hasta la morada del señor Birkins, nos atendió su hijo, Ernest, quien fue bastante cordial con nosotros y servicial
-Por favor esperen aquí, mi padre vendrá enseguida-dijo y nos dejó en el estudio de Archivald
-Gracias joven Birkins
-Alto, atlético, correcto, ojos castaño claro, cabello negro y educado, se ve como el hombre indicado para mí-dijo luego de que el joven Birkins se fuera
-Es un niño, tú fácilmente podrías ser su madre
-Qué bueno que existe el ADN, puedo hacerle una prueba-dijo desafiante
-Claro, también podrías obtener una muestra de él con tu cuchillo, sería una gran ventaja usarlo, apuesto a que se dejaría fácilmente-dije mofándome
-Muy gracioso Slater-dijo irónica
-Bástian, supongo que no viniste a saludar jovencito-dijo mientras entraba al estudio un hombre de avanzada edad con traje marrón y cabello blanco
-Archivald, es un placer verte-dije encantador
-No uses tu tono de conquista conmigo pequeño rebelde, se directo. ¿A qué viniste?
-¿Has visto las noticias Archivald?-pregunté serio
-Así que has venido solo para hablar del asesino-dijo mientras se sentó en su silla y abrió un cuaderno en su escritorio
-Sí, por eso vine
-¿Y era necesaria la presencia de la detective Jones en mí casa?-preguntó áspero y Alexa me miró sorprendida
-Me ayudará a resolver el caso
-¿Ayudarte?. ¿Una mujer?. ¿A ti?. Creo que ya puedo morir en paz pues lo he visto todo, el gran Bástian Slater cooperando con otro detective y encima una mujer, creías haberlo visto todo y la vida te sorprende-dijo entre mofas
-¿Le resulta gracioso el hecho de que una mujer sea detective?-preguntó Alexa desafiante-¿Y cómo me conoce?
-Primero: no querida, para nada, pero este mequetrefe no coopera con nadie más que él mismo; y con mujeres menos, creo que es-hizo una breve pausa-estilista
-¿Estilista?-dijimos los dos al unísono
-Sí, ya sabes, ¡una mariposa!
-¡Archivald Birkins te exijo respeto!-alcé la voz indignado mientras Alexa se reía
-Y segundo: pues soy detective, conozco a todos y a cada uno de los miembros de la nueva generación de la investigación privada en Londres; en fin. ¿Y qué quieres saber sobre éste asesino?
-Lo que sepas del caso, necesito establecer un patrón entre las víctimas
-Pensé que ya estarías al tanto del caso en concreto
-No me había interesado hasta ahora
-Ya veo. Bien, te diré lo que creo y lo que sé, primero, las tres mujeres eran prostitutas, el sujeto las asesinó tal cual como lo hacía Jack the ripper, lo cual es obvio pero no debemos confundirnos, este hombre no busca ser como the ripper, el busca algo distinto, no es solo fama, aún no entiendo que busca muy bien, pero quizás quiera la redención para sus víctimas, no hay rastro de químicos en los cuerpos, hay moretones que indican forcejeo. Las mujeres resultaron seriamente lastimadas, con excepción de la segunda; al parecer no le dio tiempo de terminar el trabajo
-¿Rastros de abuso sexual?-pregunté
-No hay laceraciones en el tracto vaginal o en el rectal, no hay ADN ni vellos púbicos, por lo tanto no hubo abuso sexual
-¿Alguna de las víctimas estaba bajo los efectos de alguna droga?
-Ningún químico fue hallado en sus cuerpos según el informe del forense
-¿Está seguro?, hay algunos químicos que no se reflejan en los exámenes-preguntó nuevamente Alexa
-Sí, también pensé eso y le solicité a mi mejor forense que practicara la autopsia, así que si ella dice que no hay químicos, es porque no los hay
-¿cómo posee tanta información del caso?, me sorprende-dijo Alexa impresionada
-Tengo conocidos en el departamento de policía de Scotland Yard, aparte de eso soy un detective, lo que no me proporcionan lo obtengo por mis propios medios-aseguró-no me agradan los homicidios, pero me desagradan más los homicidas, tanto que si pudiera mandarlos a la cámara de gases lo haría sin pensarlo
-Perdimos el norte de lo que buscábamos. El punto es el siguiente Archivald, las mujeres, no son simples prostitutas, cada una de ellas tiene una característica especial. Jenna Kingsley aristócrata, Mary Ann Kelly era una chica dulce y amable; y la tercera es la que no conozco
-Sophia Sterling, una vil prostituta del East End, lo único especial de esta mujer es que era pobre hasta la saciedad, debía cuatro meses de renta, esa noche había huido de su casero, las personas que la vieron dicen que estaba en el Corner Bar del East End tomando cerveza con un sujeto alto y delgado del cual se despidió a eso de las doce y treinta minutos de la madrugada, al hombre lo interrogaron pero tenía una coartada, la corroboraron y lo dejaron libre
-¿Qué hay de los jóvenes que la encontraron, no vieron nada?-pregunté
-En lo absoluto y algunos estaban tan ebrios que ni siquiera recuerdan haberla visto
-Entonces este asesino se fija en víctimas con una cualidad especial, pero Sophia solo con la pobreza no creo que cuadre en esta lista. Me parecen raros los tres casos de hecho-dijo Alexa
-Eso querida es porque no es solo eso, Jenna Kingsley era una prostituta vulgar que a pesar de ser aristócrata le estaba robando dinero a sus padres, Sophia era madre de dos niños, madre soltera, cabe destacar que era soltera porque mató a su esposo con un cuchillo, su abogado alegó defensa propia y ganó, pero todo por apariencias, el sujeto quería la custodia de los niños y el divorcio porque ella era una alcohólica sin remedio y no le gustaba trabajar, así que mató a su esposo para quedarse con su dinero y los niños, ambas cometieron delitos
-¿Y qué hay de Mary Ann?, te aseguro que ella no cometió ningún delito
-Hasta dónde sé esa chica era tu informante, ella estaba saliendo con un hombre casado, de hecho disfrutaba de su compañía muy a menudo y por lo que pude encontrar ella sabía que estaba casado y aún así no le importaba, eso es adulterio por parte de él, pero a los ojos de Dios, tampoco está bien visto. ¿Aún no ves la conexión?
-No, me temo que no
-Te lo pondré más fácil, Jenna lo quería todo, Sophia no quería trabajar y tu Mary Ann disfrutaba estar con un hombre casado
-Eso no es cierto, ella no sabía que él era casado-dije algo molesto
-Bástian, ¿qué no era ella tu mejor informante, crees que no investigaría al sujeto con el que eligiera estar?-me quedé atónito ante él-piensa un poco, ¿a qué te suena la actitud de estas mujeres?-Pensé por unos minutos y recordé lo que mi abuelo una vez me dijo, "recuerda esto siempre, Bástian, no es bueno ambicionarlo todo, si quieres algo debes trabajar para obtenerlo, no todo puede ser fiestas y mujeres, está bien que seas orgulloso pero a veces debes evitar serlo, no pierdas el control de tu carácter porque te puede traer consecuencias negativas y jamás sientas celos por los lujos que los demás tengan, al fin y al cabo tú también podrás tener esas cosas lujosas si trabajas con ahínco y sin pereza. No lo olvides, todos los seres humanos tenemos dentro a los siete pecados capitales, pero podemos controlarlos"
-Los siete pecados-dije asombrado y él al verme sonrió
-¿Los siete pecados, es decir que este sujeto elige a sus víctimas bajo el criterio de que incurran en alguno de estos pecados?-preguntó Alexa extrañada-eso es absurdo
-No si lo ves de esta forma, para obtener algo debes trabajar para conseguirlo, invertir tiempo y energía en un trabajo es lo contrario a ser "perezoso"-le dije
-Lo que le pasaba a Sophia, ella tenía el pecado de la "pereza" más marcado que cualquier otro; y si miras a Jenna Kingsley, quien a pesar de tener dinero no le era suficiente tomaba dinero de sus padres, así que ella tenía el pecado de la "codicia"-dijo Archivald
-Pero Mary Ann, ella no encaja en este perfil
-Bástian, ¿sabes cuál es el noveno mandamiento de la ley de Dios?
-Me temo que no-comenté
-No codiciaras la mujer o varón de tu prójimo-dijo Alexa
-Correcto -afirmó Archivald- hacerlo equivale a ser...
-Lujurioso-dije frotándome la cara con la mano
-Entonces en Mary Ann era el pecado de la "Lujuria"-comentó Alexa
-Así es, "Codicia, Lujuria y Pereza", ahora solo faltan cuatro, la pregunta es ¿cuándo atacará?, él no tiene un patrón definido de tiempo entre homicidios, a pesar de que los planifica muy bien, no deja rastros luego de cada asesinato. Sin importar como suceda, él cuida cada detalle, es un maldito si me permiten decirlo. Si necesitas ayuda para atraparlo puedes acudir a mí, yo seguiré investigando Bástian
-¿Por qué crees que quiero atraparlo Archivald?
-¿Por qué sino vendrías hasta aquí para pedir mi opinión?, aparte; y corrígeme si me equivoco pero, tu incentivo principal en este caso tiene que ver con la joven lujuriosa ¿no es cierto?-lo miré un tanto irritado por el comentario de mal gusto
-En lo que a mi motivo respecta, creo que lo guardaré para mí-dije mientras me levantaba de la silla- gracias por tu ayuda Archivald, fuiste de gran utilidad, ahora si me permites es hora de irme, tengo muchas cosas que hacer-dije serio y le mostré una pequeña reverencia con la cabeza por respeto
-Veo que te toqué una fibra sensible, está bien, que tengas buen día muchacho; y señorita, trátelo muy bien, no quiero que se vuelva más rebelde de lo que ya es
-Que tengas buen día Archivald-dije y me retiré
-Que tenga un buen día-se despidió Alexa

Todos estos hechos, lo que me dijo Archivald, la explicación del asesino, la forma de actuar y ejecutar sus planes, me dejó pensando, ¿y si éste hombre ya tiene sus blancos bien fijados?, sin lugar a dudas me enfrentaba a un verdadero Asesino serial, uno al que no me sería fácil encontrar, perderé mi tiempo si me quedo sentado pero, aún hay más cosas por hacer

-¿En qué piensas?-preguntó Alexa mientras yo manejaba el auto de vuelta a casa
-En el asesino y los siete pecados, mi abuelo me dijo una vez que todos los seres humanos albergábamos en nuestro interior los siete pecados
-La gula, la codicia, la envidia, el orgullo, la ira, la pereza y la lujuria, ¿es así, cierto?
-Sí, pero él me dijo que también se podían controlar, no importa cuán fuerte fuera el pecado, si lo controlabas tú ganarías la batalla entre el bien y el mal
-¿Y cómo decía el señor Baltashar que se controlaban los siete pecados?-preguntó intrigada
-Con las siete virtudes
-¿siete virtudes?
-Por cada pecado hay una virtud que lo contraría y evita que salga a relucir. Hay una historia que él me contó hace unos años en la que narraba lo que le sucedió a un hombre de Judea que se dejó consumir por sus siete pecados, este hombre quería luchar para dejarlos atrás pero no podía, un día Dios se compadeció de su sufrimiento y como vio que se sentía arrepentido le envió las virtudes para que lo ayudaran. Las virtudes eran tan fuertes como los pecados , así que entablaron una batalla muy larga, tan larga que el hombre pudo escapar de los siete pecados y pedirle perdón a Dios, quien le permitió ir al cielo, sin embargo las siete virtudes continúan luchando contra los siete pecados sin ganar ni un bando ni otro hasta ahora
-Esa historia es interesante, lo que quiere decir es que siempre sentirás la tentación de alguno de esos pecados pero dependerá de cuan fuerte sea la virtud que lo contraríe para que caigas en el
-No del todo, lo que quiere decir es que para poder vencer a los pecados solo debes tener las virtudes, recuerda que son igual de fuertes
-¿Entonces cómo puede la virtud triunfar contra el pecado?-preguntó extrañada
-No es la virtud o el pecado quien gana, eres tú
-¿Y si igual caes en la tentación?
-Entonces no tenías dicha virtud
-Es una interpretación bastante fría
-Pero no irreal, lo importante es que ya sabemos en qué se basa nuestro criminal para cometer sus homicidios, necesitamos establecer una relación de tiempo y lugar ahora, lo haremos cuando estemos en casa, ya casi son las once y no quiero llegar tarde de nuevo.

Así condujimos nuevamente a mi humilde morada en Spitalfields, una vez allí saludé a Aveline y la ayude con algunas cosas, luego de eso me fui a mi habitación para poder pensar con más claridad-"todos los seres humanos tenemos dentro a los siete pecados capitales, pero podemos controlarlos"-las palabras de mi abuelo aún me tenían pensativo, controlar a los siete pecados, mediante las virtudes, del orgullo la humildad, de la lujuria la castidad, de la envidia, caridad, de la gula, templanza, de la pereza, diligencia, de la avaricia, generosidad y de la ira, paciencia, ¿cómo las siete virtudes podrían ayudarme a resolver estos crímenes, en fin mi cabeza iba a explotar de tanto pensar, no puedo creer que este asesino sea tan meticuloso, es algo verdaderamente increíble, Dutfield's Yard, la Plaza Mitre, la Catedral de San Paul, ¿qué otra relación puede haber?, dos de esos lugares fueron sitios que usó el destripador cuando cometió el conocido "doble evento". Pero ¿por qué habrá elegido la catedral de San Paul para el primer homicidio?... ¿Tendrá que ver el lugar con el tipo de pecado?... Necesito una bebida.

Había bajado a la cocina para buscar algo de beber, no quería tomar licor aún, en eso me percato que había una carta en la pequeña mesa junto a la entrada, Aveline no me había mencionado nada respecto a esa carta así que me acerqué para leerla, estaba abierta y destinada a "Detective Privado Alexa Jones", el sobre era del departamento de policía de Scotland Yard, me causó intriga así que decidí leerla

"Estimada detective Jones, como sabrá, el departamento de policía está investigando los homicidios relacionados con Jack el destripador, o por lo menos así lo hemos llamado por los momentos y necesitamos mucha ayuda pues nos encontramos en un callejón sin salida, hemos intentado por todos los medios posibles dar con alguna pista que nos pueda conducir a la identidad del perpetrador, no obstante todos nuestros intentos han sido en vano. Por ello y con bastante respeto necesitamos la ayuda de mentes sagaces como la suya, tendrá acceso al expediente del caso, información de las víctimas y todo lo que usted quiera con respecto a estos sucesos atroces, espero acepte mi petición y decida unirse a la investigación. Por supuesto su tiempo será recompensado; La Reina Isabel II y su País le pagarán y agradecerán por su cooperación. Atentamente: Anthony Baddeley"

-Leer la correspondencia ajena es considerado un delito en varios países, Inglaterra incluido-dijo Alexa algo molesta mientras me quitaba el sobre
-Lo siento, ¿quién es Anthony Baddeley?; ¿y por qué no me había comentado nada de esto?-pregunté extrañado
-Porque no estaba segura de... Mejor dicho, no estoy segura de ser buena para esto, no sirvo para los homicidios, no sería de utilidad en el caso-me dijo un tanto decepcionada
-Necesitas esforzarte en algunos aspectos, a veces no piensas con un buen criterio, no te colocas en el lugar del asesino y pierdes la objetividad-le dije suavemente
-Gracias por los ánimos-dijo decepcionada entre risas
-Te lo digo porque sé que puedes hacerlo, tienes las cualidades necesarias, inteligencia, habilidad, condición física, eres buena en el combate cuerpo a cuerpo lo cual es siempre útil -le afirmé- serías eficiente en el área de homicidios-se rió del comentario
-¿Tienes que ser tan dulce conmigo siempre que haces algo estúpido?-preguntó gentilmente
-Simplemente soy sincero, no dulce
-Está bien -sonrió- iré a dar un paseo
-¿A dónde vas?
-A donde me lleve el viento
-¿Quieres que te acompañe?
-No podrías seguirme el ritmo-dijo mofándose-adiós, vuelvo más tarde.

Supongo que no siempre puedes saber a dónde va una mujer, el punto es que tengo tiempo para investigar estos asesinatos, así que me pondré manos a la obra. Me dirigí a mi oficina para comenzar con la investigación, puede que suene un tanto presuntuoso llamar a lo que voy a hacer "investigación" en vista de que lo único que tengo es la información que pudo ofrecerme Archivald, pero haré el intento de conseguir una conexión entre los pecados y el lugar en el que fueron realizados los crímenes, debe haber algo de eso estoy seguro. Salí a las tres y cuarenta minutos de la tarde de mi casa, al llegar a la oficina me puse manos a la obra, no recuerdo haber estado tan desconcertado, ni siquiera con el caso del niño Lestrade, mientras pasé el día en la oficina se me ocurrieron muchas teorías, pero ninguna que englobara a las tres mujeres en el mismo razonamiento, eran cerca de las cinco y estaba cansado, fue entonces cuando tocaron la puerta de mi oficina, fui a ver y era mi buen amigo John

-Hola Bástian-dijo apenas le abrí la puerta-te traje un obsequio-me dijo entusiasmado y me entregó una botella de mi whisky favorito, una botella de Ballantine's, muy buen Whisky, es una mezcla de varios pero es bastante bueno y en lo personal prefiero éste al agua
-¿Por qué el regalo?, no estoy de cumpleaños. ¿Y cómo supiste dónde estaba?
-Llamé a tu casa, Aveline me dijo que habías salido y que posiblemente estabas aquí, así que decidí venir para agradecerte por tu ayuda con Loraine y...-vio que estaba bastante distraído-¿Qué tienes amigo?-me dijo y colgó su abrigo en el perchero
-Estoy estudiando el caso de las tres mujeres asesinadas este mes
-¿Las que mató el destripador?
-No...-hice una pausa denotando molestia y respirando profundo-no es el destripador, eso quiero dejarlo en claro-dije un tanto irritado por el comentario
-¿Pero en las tres es el mismo asesino, no?
-Así es y, tengo la relación entre las mujeres asesinadas-le expliqué lo que Archivald me había explicado- pero no consigo relación entre las mujeres y los lugares en los que fueron halladas, sé que esta clase de asesinos tienden a dejar un mensaje y el debe dejarlo estoy seguro
-¿Puedo ver lo que tienes?-preguntó serio
-Adelante-le respondí igual
-Una de ellas es Jenna Kingsley, una mujer bastante ácida-dijo luego de ojear las páginas
-¿La conocías?-pregunté asombrado
-Sí, sus padres iban con ella a la catedral de San Paul cuando era niña junto a su hermana y hermano, el periodista, la recuerdo fácilmente porque mis padres me dijeron que una vez hace unos años en la boda de su hermana, mientras se recogían las limosnas ella armó un alboroto, diciendo que no le iba a dar dinero a un lugar tan insignificante como ese y terminó insultando al párroco
-¿Eso en verdad pasó?-pregunté atónito
-Cada palabra, era una mujer muy bien acomodada, aún me cuesta creer que fuera una prostituta...-dijo frotándose la frente-Era muy hermosa eso debo admitirlo, pero poco generosa-afirmó-creo que una vez también ocurrió algo que...
-¿Cómo dijiste?-lo interrumpí
-No me has dejado terminar amigo tienes que...
-No no, lo que dijiste anteriormente sobre ella-lo interrumpí de nuevo-¿que era qué?-pregunté ansioso
-Era hermosa...
-Después de eso-insistí
-¿Que era poco generosa?-preguntó dubitativo
-Claro, generosidad-busqué mis apuntes y comencé a escribir-John, tu eres católico devoto, ¿No es así?
-Sí, pero no veo en qué pueda servir eso
-¿Por qué la gente debe dar una limosna a la iglesia?
-No es obligatorio, Bástian
-¿Y por qué no?
-Porque la iglesia planea enseñarte a ser generoso, si ha tenido éxito en su enseñanza entonces tú voluntariamente les darás algo para que se puedan mantener, recuerda que el sacerdote es un hombre que solo ha dedicado su vida a Dios, por lo tanto solo vive de las limosnas y las demás contribuciones que dan los feligreses
-Tú mi amigo eres un hombre generoso, ¿alguna vez le has dado limosnas a la iglesia?-pregunté mientras escribía todo en mi libreta
-Claro, entre diez y veinte libras, a veces dejaba cien, me iba muy bien en el trabajo y quería compartir mi ganancia con una buena causa, no es que tenga mucho dinero pero me gusta contribuir con la iglesia
-¡Exacto! -Cerré mi libreta- no eres un sujeto codicioso, la generosidad es lo contrario a la codicia, virtud contra pecado; y la iglesia-dije mientras hice un gesto golpeando mi mano empuñada sobre mi mano abierta-es el sinónimo de la generosidad, la única virtud que puede redimir el pecado de la codicia es la generosidad, es por eso que -me quedé perdido en mis propios pensamientos- es por eso que la mató allí
-¿Cómo es eso posible, Bástian? -preguntó serio- eso implicaría que él sabía dónde estaría y la hora exacta
-No, no solo eso mi amigo, este hombre estudió muy bien a la señorita Kingsley, incluso desde hace mucho tiempo, sabía lo que sucedió en esa iglesia, lo que le hacía a su familia y por eso la eligió, para dejar un mensaje
-¿Qué mensaje?-preguntó intrigado
-Que la virtud redimirá el pecado- dije con un tono bastante preocupado
-Pero, Bástian de ser así ¿cómo llegó ella hasta allí?
-La calle próxima a la catedral es una calle en la que muchas meretrices trabajan, quizás se disponía a trabajar o volvía de una casa y pretendía regresarse a su puesto
-No lo sé, eso no me convence
-¡Maldición! -dije enfadado- si tan solo tuviera acceso al expediente del caso, podría averiguar más, o si tan solo ella -hice una pausa breve pero sentida- estuviera viva -me desplomé, caí absorto del mundo que me rodeaba en el suelo- ella confiaba en mí John, yo era su padre- comencé a recordar cosas del pasado, una niña de catorce años que me saludaba desde lejos y que me había dado toda su confianza

"-¡Señor Slater!-me saludó-mire, aquí tiene lo que me pidió-me entregó un sobre con una carta que le habían enviado a una sirviente de la Reina, contenía información sobre el robo de una de las joyas de la corona, yo investigaba el caso, pero su majestad no quería facilitarme la información que necesitaba, así que arriesgué a esta pequeña para que me ayudase
-Gracias pequeña Mary, ¿cómo la obtuviste?
-Se la saqué del bolsillo a un guardia que fue a la Rosa Parisina, madame Leblanc me ayudó un poco-me sonrió
-Eso fue muy arriesgado, perdóname por haberte hecho pasar por algo así joven Mary
-No me importa señor Slater- me sonrió dulcemente- yo se que si algo me pasara podría contar con usted -me abrazó- usted es como un padre para mí, yo lo quiero mucho; y si necesita a una informante tal y como lo fue madame Leblanc con su abuelo, yo seré su fuente de información -me sonrió completamente entusiasmada, era una risa pura e ingenua
-Entonces de ahora en adelante ¿qué te parece si eres mi informante número uno?-le dije gentilmente
-Solo si puedo llamarte papá y me entregas en el altar cuando me case -me miró como miran los poetas a sus musas, eran ojos de esperanza, mi corazón se ablandó al instante, no pude más que abrazarla y asentir
-Tenemos un trato, no dejaré que te lastimen nunca, lo juro"

-Bástian, amigo ¿de quién hablas?- preguntó preocupado
-De ella- señalé mi escritorio, él fue y apenas mirar, vio una foto de Mary Ann
-Esta chica es...
-Es Mary, John, Mary, la niña que conocimos hace seis años- dije entre lágrimas- ella me dijo una vez que yo era como su padre, ella me decía papá, era mi hija John; y mí mejor informante -dije con la voz ya quebrada- sabía que podía ser riesgoso, pero a ella no le importaba, yo le había prometido que la protegería de lo que fuera, no cumplí mi promesa, no la cumplí -terminé y derramé unas lágrimas más sin perder la compostura
-No es tu culpa amigo -dijo compasivo- esto no fue tu culpa
-No lo entiendes John, esto sí fue mi culpa, si no la hubiera dejado acercarse tanto a mí, si no hubiera estado cerca de mí ella no hubiera entrado a trabajar en la Rosa Parisina, si tan solo no hubiera flaqueado, si me hubiese mantenido firme y distante seguramente ella...
-Seguiría viviendo infelizmente como antes, Bástian al igual que tú -me dijo preocupado- ella te devolvió parte de tu forma de ser, ella despertó en ti esa manera de ser bondadosa y preocupada que habías perdido hace años y tú amigo mío, le diste un padre a esa niña, ella pudo haber terminado peor, pero no fue así porque te tenía a ti. No te castigues con su muerte, Bástian, ella no querría que hicieras eso -lo miré y comprendí porque éste sujeto era mi amigo, aunque yo cayera en el fondo de un foso, él me tendería su mano para ayudarme a salir sin esperar nada a cambio, ese es el motivo de mi amistad con John K. Timber, el pintor.
-Tienes razón amigo mío -me levanté- no puedo quedarme de esta forma, será mejor que me lave la cara y me calme un poco
-También deberíamos irnos, ya casi son las siete, hemos estado hablando mucho, pronto oscurecerá y no quiero que nos convirtamos en víctimas de éste loco asesino-bromeó
-¿De qué te preocupas?, tú no eres una prostituta-le dije arqueando una ceja
-Lo digo por ti viejo amigo-nos reímos por el chiste, sí, me causó gracia
-Muy gracioso, ven salgamos de aquí-le dije y recogimos todo para irnos, estando afuera de la oficina John me comentó que Loraine había desistido en la demanda, que lo había llamado accediendo a los términos de la custodia compartida que le había ofrecido mí persona y nuevamente me dio las gracias
-¿Ésta vez sí puedo abrazarte verdad?, hoy si me bañé-dijo riéndose
-Eso no pasará hoy amigo mío, no sucederá hoy-le dije sonriendo
-No te preocupes, algún día lo harás compañero, del resto esperaré hasta entonces
-Que sea sentado-bromeé

Volví a casa a eso de las siete y diez minutos, todo se veía ordenado, le pregunté a Aveline por la señorita Jones y me dijo que no había vuelto, traía conmigo los archivos y los coloqué en el escritorio de mi estudio, me senté a continuar mi trabajo y poco tiempo después mi dulce Aveline me llevó un café

-Tanto trabajo lo volverá un zombi-me dijo y colocó la bandeja en el escritorio
-Por suerte te tengo a ti para que me espabiles y no me dejes zombificar, ¿verdad querida?-le dije encantador
-Si usted se volviera un zombi yo sería la primera en ponerle una bala en la cabeza, señor Bástian-dijo colocando frente a mí la taza de café
-Tú siempre tan encantadora Aveline-bebí un poco mientras veía los apuntes, Aveline antes de irse del estudio, notó el nombre de Sophia Sterling en ellos
-Entonces si es cierto-dijo asombrada
-¿Qué cosa?-dije extrañado
-La vaga Sophia fue asesinada-dijo perpleja
-¿La conocías?-pregunté intrigado
-¿Conocerla?-dijo irónica-era mi vecina, una verdadera joyita-siguió-que Dios me perdone pero recibió un castigo justo
-¿A qué te refieres Aveline?-pregunté bastante atónito
-¿Es que no lo sabe?, ella mató a su esposo y salió libre del juicio-dijo indignada-Ben era un hombre muy amable y trabajador que amaba a sus hijos y aunque no lo crean también amaba a su esposa, pero la mujer era una pereza, no se movía ni para ir al súper mercado, pero si lo hacía para ponerle los cuernos a su esposo
-¿Y qué pasó con ellos realmente?
-Un día fueron al patio recreativo de Dutfield's Yard, mi hija Annie y yo llevamos a Thadeus también para que jugara, ellos unas noches atrás tuvieron una fuerte discusión, él le reclamaba que por qué seguía bebiendo, que se buscara un trabajo y lo ayudara con las cuentas, que sus hijos necesitaban a su madre sobria, ella le gritó y tumbó cosas, esa noche Ben dejó la casa para irse con sus hijos, luego volvieron y ese día en el parque, uno de los días en los que ella estaba sobria todo marchaba bien hasta que el mencionó algo, no sé qué, estaba lejos de ellos, pero ese comentario la volvió loca, le dijo que ella no haría nada y que él debía seguirlos manteniendo, tanto a sus hijos como a ella porque ese era su deber como hombre, fue un verdadero escándalo
-Aveline. ¿Sabes dónde la hallaron?-pregunté sorprendido
-¿Dónde?-repreguntó
-En Dutfield's Yard-se cubrió la boca con las manos en un gesto de asombro completo y no articuló palabra alguna -¿Hace cuánto fue eso?- pregunté
-Hace un par de años, no sabría decirle cuanto exactamente
-Aveline, le pediré un taxi. De ahora en más o la llevo yo a su casa o se va en un taxi, le queda terminantemente prohibido regresarse a pie hasta su hogar, ¿le ha quedado claro?-dije severamente preocupado
-Entiendo señor-dijo nerviosa
No quería que ella se viese involucrada en nada que tuviera que ver con éste asesino, tenía que ser precavido, si eso sucedió hace un par de años, al igual que el escándalo de la señorita Kingsley, quiere decir que el sujeto que realiza éstos actos lleva estudiando a sus víctimas por varios años, lo que lo hace un ser muy difícil de atrapar, lo ha estudiado todo, cada movimiento, cada detalle, cada hábito de sus víctimas, él lo sabe todo de ellas, si es así, ¿entonces qué ocurrió con Mary?, no creo que él se haya encontrado con ella por casualidad, ¿o sí?, mientras más forma tomaba el caso, más complicado se volvía, no tenía tiempo que perder y debía volver a estudiar los hechos

Eran cerca de las ocho y treinta minutos de la noche, Aveline ya se había ido, llamé a la compañía de taxis London Cab, el dueño es un amigo así que estoy seguro que Aveline estará a salvo, mientras tanto sentí ganas de descansar y de beber algo, así que fui a la sala, mientras miraba la chimenea profundamente pensativo y sin beber mi escocés en las rocas que previamente me había servido; me sumí en mis pensamientos, tanto que no me percaté cuando la señorita Jones bajó de su habitación para hacerme compañía, ni siquiera había sentido que llegara a la casa

-Buenas noches-dijo suavemente ya sentada en el sofá junto a mí
-Buenas noches-respondí sorprendiéndome-no te oí llegar, ¿a qué hora entraste?
-Hace quince minutos, pensé que estarías en tu estudio, luces distraído-me dijo calmadamente
-Necesitaba un trago-respondí
-No lo parece-me arrebató el trago y bebió un poco-si no te molesta yo si lo necesito
-¿Y tú por qué?-pregunté extrañado
-Superar lo que vi esta mañana
-¿Aún con eso?-arqueé una ceja-tampoco tengo el cuerpo deforme, además estoy seguro que no es la primera vez que ves a un hombre sin ropa
-¿Sugieres que eso podría pasar más a menudo?-preguntó arqueando la ceja
-De ninguna manera, no pienso repetirlo
-Es una lástima-bebió el resto del trago de un golpe-pude haberme acostumbrado, buenas noches, Bástian-me guiño un ojo y se fue.
No entiendo a las mujeres, le molestó verme sin ropa y ahora me sugiere que se pudo haber acostumbrado, es difícil comprender la mente de una mujer... Quizás el asesino sea una mujer, con lo complicado de la situación es posible que así sea... Bueno, dejaré de pensar en eso, tengo que concentrarme en lo que voy a decirle a la señora Lestrade cuando vuelva, éstas cosas no son fáciles. ¿Cómo explicarle a una madre que su hijo fue dado por muerto hace más de quince años y que la policía no le informó nada?, siento lástima por ella pero me temo que no hay de otra, tendré que explicarle como sucedieron las cosas.
La vida a veces no es justa, pero no podemos hacer mucho, sin embargo podemos esforzarnos en vivir justamente con la esperanza de que nuestra forma de vivir se le contagie a los demás. Sí, lo sé, es un sueño inocente aunque... Espero que algún día se haga realidad.

"Querido Bástian, hace tiempo que no nos vemos, he estado pasando por una mala racha, necesitaba el consejo de un buen amigo y pensé en ti, recuerdas los viejos tiempos en Wembley, cuando éramos niños. Las cosas que digo, de seguro no lo recuerdas, han pasado muchos años, poco más de treintaiséis. Esperaba que leyeras esta misiva, sé que debes estar ocupado; y estoy al tanto de tu oficio como detective, no pretendo quitarte el tiempo con una visita incómoda. Seguro estarás trabajando en algún caso, pero por favor, apenas leas estas palabras respóndeme, tengo mucho que contarte.

P.D: No imaginé nunca que volvería a escribirte, pero me reconforta el hecho de hacerlo; por cierto, desde Berlín te envían saludos, espero tu respuesta.


Atentamente: I.S."