domingo, 31 de agosto de 2014

Carta de amor a una Madre.



Del acento nadie vive, por el acento nadie es, ni el mejor de de los mejores ni el peor de lo que es, de las clases no se vive, por la clase no se es, ni el más sabio ni el más culto, ni el mas bruto ni el más tonto, ¿entre cuántos tontos no vivimos?, no paramos de contar, nuestros logros son castigo de los tontos que nunca dejaran de hablar de la derrota pírrica a la mediocridad, no importa el acento, la clase o la nacionalidad, lo que importa es que en tu alma se mantenga tu integridad.

En mi país yo he visto, gente buena, gente mala y gente buena mal para', son mis ojos dos testigos de bondades y maldad, son mis ojos los testigos que a nadie han de apoyar, aprendieron mis cuencas que el sol no se tapa con un pulgar y por eso callan cosas que no son oportunas expresar, tanto quieren ver mis ojos un bello y mejor lugar que se inmiscuyen en mis sueños para mostrarme algo más, algo que nunca he visto en un plano más real que el relieve de los libros de historia que guardaba mi mamá, un lugar muy hermoso que siempre me ha de cautivar, un lugar muy fantasioso, aunque más bien así se ha vuelto nuestro pensar, si no hay caos es fantasía, que triste es la realidad, pues en verdad el caos radica en confundir la fantasía con lo que debería ser realidad, un lugar como ninguno en varios mundos nadie podría encontrar, ningún lugar como este, ninguno sin dudar.

Cuanto oro no ha dejado este sitio de mostrar, cuantos mares no quisieran este azul ostentar, las estrellas se reflejan con su blanco destellar en el azul de sus mares sin permiso ni piedad, ese rojo tan dolido, de sangre de gente valiente que con bizarría viviente lograron la libertad, no importan los colores, lo que importa es el ideal.


De los acentos no se vive, no hablo de la falta gramatical, de las clases no se vive, no me refiero al mecanismo de educar, de la libertad si se vive, de ella si se puede trabajar, reír, amar, llorar, de la libertad perpetua que nos brindaron hace tanto tiempo ya, una libertad que algún día, espero se pueda recuperar.

Mientras tanto yo te escribo para aliviar tu pesar, para que sepas que como yo hay muchos que te aman y te extrañan a rabiar, pues tú nos diste cobijo en un mundo sin piedad, tú nos diste una patria a la cual poder amar, tú eres a quien amamos y a quien debemos respetar, solo tu y siempre tu, no habrá nunca nadie más, pues como a una madre se respeta, te respeto, porque tu también eres mamá, madre de más de 27 millones, y sientes la muerte de los que se van, por eso contra ti, mi mano jamás he de alzar, ni contra mis hermanos, pues no está bien pelear, hoy te digo lo que siento mamá, y es que quiero llamarte por tu nombre y decirte, VENEZUELA POR TI VOY A LUCHAR, no importa cuán lejos esté, tú en mi corazón siempre estarás.

Te amo. 



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